
Esta es una situación muy familiar para aquellos expatriados que regresan a su hogar luego de haber experimentado un estilo de vida completamente diferente en otro país. Y este proceso de repatriación no llega sin sus desafíos: ¿Cómo haces para relacionarte con “tu gente” sin parecer presuntuoso o pedante? Te presentamos 5 consejos de Colin May, un estadounidense que nunca vivió en el exterior, pero que se cansó de escuchar historias del carnaval de Brasil, el vino italiano y los partidos de rugby en Australia...
1. No sigas y sigas y sigas…
1. No sigas y sigas y sigas…
Sin duda tus amigos y tu familia estarán interesados en tu experiencia internacional, pero esto no significa que debes comenzar cada oración con un “Cuando yo estaba afuera…” seguido de una historia interminable.
2. No pretendas ser de tu país anfitrión
Está claro que pasar un semestre en otro país sin duda te ayudará a conocerlo más. Y seguramente adquiriste algunos nuevos hábitos y probaste nuevas cosas. Pero no te olvides que no se transformó en tu país nativo. Siempre tendrás la oportunidad de conectarte con personas de país anfitrión en tu propio país si te sientes nostálgico. Entre tanto, tendrás que encontrar maneras de integrar tus nuevos conocimientos en tu país mientras continúas aprendiendo sobre su cultura.
3. No enaltezcas a tus gustos
Una de las cosas más emocionantes de vivir en otro país es la exposición a gustos, perspectivas y prácticas diferentes. Incluso a veces esto te lleva a reevaluar las tuyas, desde una mayor apreciación por el café de calidad o un horror recién descubierto por la forma en que manejan los autos en tu país. A pesar de esto, muy pocos querrán escuchar tus sermones o que menosprecies sus gustos. En lugar de esto, busca maneras positivas de canalizar tus nuevos intereses y haz que tus amigos los experimenten poco a poco.
4. No alardees
Por una u otra razón, no todos tienen la posibilidad de viajar a otro país. Se te proporcionó una increíble oportunidad que no necesariamente está disponible para todos. Recuerda lo afortunado que eres por haber podido ir al exterior y sé sensible cuando cuentas las historias a tus amigos que no han podido viajar todavía.
5. No odies a tu país
Me imagino que debe ser difícil reinsertarte nuevamente al estilo de vida en tu país. Quizás sea algo aburrido, poco exótico o te cansen algunas cosas como la burocracia, el tránsito o que el bus nunca llega a tiempo. Pero también es un hecho que existen muchísimas cosas maravillosas en tu país que no deberían pasar desapercibidas. Si exploras un poco sin duda podrás encontrar infinidad de oportunidades de aprendizaje y aventura!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario